Empezamos un ciclo de talleres sobre retos y oportunidades para la economía circular en el sector de la construcción en Asturias
El pasado 17 de febrero, desde la Plataforma de Innovación de Lada y el clúster ECCO organizamos el primero de un ciclo de talleres multiactor para identificar los retos y las oportunidades de implantar modelos de economía circular en Asturias.
Esta primera sesión se centró en el sector de la construcción y demolición, y, con el objetivo de obtener una visión lo más completa posible de los desafíos y las posibilidades de valorizar residuos de este ámbito, en la sesión participaron desde empresas del sector hasta representantes del Principado de Asturias, de la Cámara de Comercio de Oviedo y de Gijón, concejales del Ayuntamiento de Langreo y representantes de la Universidad de Oviedo.
En la bienvenida y apertura de la sesión, Mónica Oviedo, responsable de Desarrollo Sostenible y Agenda 2030 de Iberdrola, explicó la naturaleza y los objetivos de la Plataforma, incidiendo en que este ciclo de talleres son fruto del proceso de trabajo seguido hasta el momento. A continuación, Julia Martínez (Agirre Lehendakaria Center), Irene Schiavon (Iberdrola) y Luisa Guerra (itdUPM), miembros del equipo facilitador de la Plataforma, explicaron que el objetivo de este ciclo de sesiones es buscar posibles soluciones desde Lada de manera conjunta, y que Langreo puede convertirse en un espacio de excepción y experimentación regulatoria.
“Cuanto más tejido aunamos, más oportunidades tenemos de cooperación y transformación, y el conocimiento es parte de la transformación”, incidió también Ana Menéndez, dinamizadora del Cluster ECCO y co-organizadora del taller. En su intervención, explicó la actividad del Cluster en el área de materiales e insistió en la importancia de trabajar la idea de que los materiales valorizados no son materiales de menos calidad y/o prestaciones.
Jaime Moreno, del área de materiales innovadores y sostenibles de la empresa Tecnalia, presentó la experiencia del proyecto VALREC en Madrid, así como los elementos que permitirían su replicabilidad en Asturias. Se trata de un proyecto que acaba de comenzar, con un consorcio formado por nueve socios, cuyo objetivo de incrementar la circularidad, trazabilidad y pureza de recursos minerales presentes en los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), y así realizar una fabricación ecoeficiente de nuevos productos de construcción. Basado en su experiencia, Jaime destacó la diversidad de actores como elemento fundamental para el desarrollo del proyecto. “Empezamos a montar el consorcio involucrando a diferentes empresas de toda la cadena de valor”, dijo, “como productores de residuos, transporte y valorización, servicio digital y de trazabilidad, empresas de desarrolladores de software y de tecnologías como el blockchain”.
El proyecto VALREC, explicó, se enfoca en el componente tecnológico necesario para mejorar el mercado de los residuos de construcción y demolición (RCDs) y la percepción social sobre los residuos: “Hay demanda de productos reciclados, pero la barrera es que no existe oferta que produzca material de calidad”.
Para superar este tipo de limitaciones, es necesario un proceso más profundo de “dignificación del residuo”.
A continuación, Adolfo Cancelo, socio director de la empresa Surus y representante de la empresa Construcía (con quien desarrolla actualmente diferentes líneas de negocio), manifestó que, para los terrenos de Lada, estarían interesados en explorar con el sector las posibilidades de desarrollar un Centro de Innovación en materiales de la construcción, enfocado en tres actividades principales: separación y transformación de materiales; laboratorio y control (que elaboraría un pasaporte de materiales, así como sistemas de trazabilidad de recursos); y una plataforma de venta de materiales (y equipos) valorizados.
“Hay que considerar a los residuos como un banco de materiales. La situación ha ido cambiando, el producto reciclado va a tener tanta demanda que va a cambiar la escasez de materia prima que existe en la actualidad”, dijo claramente.
Finalmente, los participantes del taller se repartieron en tres grupos de trabajo, que identificaron las siguientes potenciales áreas de trabajo colaborativo:
- Área de legislación y regulación: donde se analizarían las barreras concretas a la circularidad y se propondrían instrumentos y mecanismos legales para superarlas.
- Área de demostración: donde se demostraría la posibilidad de fabricación de productos de alto valor añadido usando áridos reciclados u otros residuos de la minería o de la siderurgia.
- Área de la segregación en origen: donde se analizarían y evaluarían los ajustes necesarios a los incentivos para la segregación en origen de los residuos y su impacto en la cadena de valor.
Gracias al trabajo de identificación en este primer taller, en los siguientes encuentros seguiremos trabajando en estas tres áreas identificadas, siendo el próximo el 17 de marzo y el tercero en abril, en fecha por confirmar.